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Las demencias y la Estimulación Cognitiva (EC).

Ernesto Valenzuela. 12/12/14

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El funcionamiento cognoscitivo es la principal área de afectación en las demencias. Incluso en sus inicios, cuando empieza a manifestarse en forma de pequeños olvidos, o dificultades para expresar una idea, o desorientación en sitios poco conocidos, eventos comunes y no patológicos que suelen aparecer con la edad, representa una fuente de preocupación y de temor natural en las personas, ya que representa la pérdida de la ‘normalidad’ y por lo tanto el estigma y la segregación social.  En los AM los ‘fallos’ mencionados pueden deberse a distracciones, el estrés, el aislamiento social y la depresión, sin que una condición de deterioro cerebral sea la causante. 

 

La actividad física adecuada a la edad, la alimentación balanceada, el contacto social significativo con los familiares y amistades, la independencia en las actividades básicas de la vida diaria, la autonomía en la toma de decisiones sobre sí mismo, principalmente, son aspectos que en el envejecimiento normal ayudan a mantener a raya los signos de deterioro intelectual.  Pero cuando éstos se presentan como indicadores de deterioro cerebral, y que son valorados como tal, necesariamente mediante un diagnóstico neuropsicológico especializado, es preciso atenderlos lo antes posible para administrar los cuidados apropiados según la fase de deterioro en la que se halla el AM.  El caso más común de deterioro cognitivo o intelectual es el de la Demencia Tipo Alzheimer (DTA), del que se han identificado 3 etapas: Leve, Moderada, y Grave.

 

Entre las formas de Intervención No-Farmacológica la Estimulación Cognitiva permite ayudar a los AM que presentan DTA y otras afecciones cognoscitivas. Aclaremos algunos aspectos para entender esta forma de intervención, que ha mostrado resultados favorecedores y aunque puede ser aplicada a bajo costo en casa por los familiares del AM, requiere de supervisión especializada para lograr tales efectos.

 

¿A qué se le llama EC? Es un enfoque que ha tomado fuerza desde la década de 1980, centrado en el funcionamiento cognitivo, ya sea para potenciarlo, mejorarlo, y/o compensar las pérdidas. También conocido como Psicoestimulación, el enfoque se refiere al conjunto de actividades y estrategias neuropsicológicas, cuyo propósito es potenciar la neuroplasticidad (respuesta del cerebro para adaptarse a nuevas situaciones para reestablecer el equilibrio alterado) en las personas con deterioro cognitivo, estimulando fundamentalmente las funciones y procesos cognitivos preservados para mantener la necesidad de dependencia al mínimo posible.

 

Sus bases conceptuales están en la Neuropsicología, la Psicología Cognitiva, y las Teorías del Aprendizaje, la Motivación y del Lenguaje. En tanto enfoque de intervención profesional, no es improvisada ni busca el ‘entretenimiento’; es sistemática, pues parte de un diagnóstico especializado para prescribirse según las necesidades individualizadas; es integral, pues se dirige a las dimensiones cognitiva, afectiva, relacional y funcional de la persona. 

 

Entre los beneficios observados con la EC individualizada (uso de estrategias de memoria), se encuentran el aprendizaje verbal y visual. La EC desarrollada en grupo (ejercicios de práctica específica) ha producido mejoras en atención, memoria, orientación, lenguaje y cognición general, que se incrementan cuando se acompañan de un componente de relajación y tratamiento farmacológico. Para ampliar ver:

 

http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/familialzheimer-volver-01.pdf

 

 

 

 

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